Quizás el Ammonia Avenue refleje la utopía perfecta de un músico en la que quisiera llegar a un sonido parecido al rock sinfónico, música moderna que no oculta las vinculaciones con la música clásica o en su defecto sonar bien ochentero pero a la vez no parecerlo, Alan Parsons le dio a la música lo que le tuvo que dar si no fuese por Eric Woolfson o Andrew Powell; es una suerte encontrar a este triunvirato junto para explotar su talento dentro de sus proyectos en discos como I Robot, Eve, Pyramid o en esta ocasión el Ammonia Avenue, álbum que me la pase escuchando viendo a la calle observando el tiempo pasar, pero que me recordaba a ese sonido de la música que ponen en las covachas retro ochenteras de música selecta.
Si te gustan bandas como Ambrosia, Genesis, Utopia o Supertramp seguro te será más fácil asimilar este sonido, no es que sea un sonido extraño, más bien es un sonido proveniente de otra época y parece un poco singular para nuestros tiempos de música poco elaborada (en general).
A lo largo de las nueve canciones de este disco se puede identificar un sonido característico de The Alan Parsons Project en su época dorada, en particular este disco estaría en un Top cien de discos para llevarme a la luna en caso de que el planeta tierra este en peligro de colapso por un meteorito de medidas apocalípticas, y no hubiera remedio; lo llevaría para colonizar la luna y plantar buenas raíces de la música popular.
Vale la pena esperar a que se consuma la descarga para deleitarse con el sonsonete de fondo de las consolas de percusión electrónicas. Recomendable ampliamente. Cabe señalar que Alan Parsons fue clave importante para el lado obscuro de la luna, más que R. Waters por que el dio las ideas.
Este link fue traído gracias a www.atp.com.ar Neta.
Si te gustan bandas como Ambrosia, Genesis, Utopia o Supertramp seguro te será más fácil asimilar este sonido, no es que sea un sonido extraño, más bien es un sonido proveniente de otra época y parece un poco singular para nuestros tiempos de música poco elaborada (en general).
A lo largo de las nueve canciones de este disco se puede identificar un sonido característico de The Alan Parsons Project en su época dorada, en particular este disco estaría en un Top cien de discos para llevarme a la luna en caso de que el planeta tierra este en peligro de colapso por un meteorito de medidas apocalípticas, y no hubiera remedio; lo llevaría para colonizar la luna y plantar buenas raíces de la música popular.
Vale la pena esperar a que se consuma la descarga para deleitarse con el sonsonete de fondo de las consolas de percusión electrónicas. Recomendable ampliamente. Cabe señalar que Alan Parsons fue clave importante para el lado obscuro de la luna, más que R. Waters por que el dio las ideas.
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